jueves, 5 de enero de 2017

el extraño que llevamos dentro

Aún sigo esperando a que aparezcas por el otro lado de la calle, pero la temperatura baja y tengo que irme.
Cuento las líneas de las losas del suelo al que miro, e imagino que llegas a tiempo.
Recuerdo el puente al que solías acompañarme cuando no quedaba otra que despedirse
                                                                                                             porque ya era tarde
o porque quizá ya nos habíamos cansado de dar tumbos por la calle.

Ojalá volver a los trece años.
Cuando no había nada más audaz que engañar a mamá e irte a casa de esa amiga que nunca existió y pasar horas tontas en la calle con ese chico que te llamó la atención hacía sólo unos meses.
Ojalá volver a esos años.
Cuando creíamos saberlo todo y todavía nos faltaba media hostia.
Pero qué claro teníamos lo poco que sabíamos.
Igual que ahora, cuatro o cinco años después, ¿verdad?
                                                                          porque en realidad no.

Ahora le damos las riendas de nuestra vida a cualquiera menos a nosotros mismos, mientras nos miramos al espejo y vemos al extraño con el que no te dejaban hablar de pequeño, sin saber que años más tarde volverías a ser tú.


No hay comentarios:

Publicar un comentario