viernes, 11 de marzo de 2022
El cuerpo vive, el alma yace
lunes, 7 de marzo de 2022
Lady Mariaga
Me
lancé a las hienas
porque quise,
por poner a prueba mi osadía,
por llevar la contraria,
por sobrevivir y
ociosa,
demostrarlo.
O
tal vez no.
Tal
vez
me lanzó ella
para enseñarme
la fiereza de la vida,
los miles de oportunidades
que existen
pero no se ven,
que tenemos
pero no sentimos;
quizá me catapultó
a la manada brava
para que supiera defenderme
de las fieras desnutridas
que tratarían de devorarme
aun clavando mis ojos de clemencia
en ellas.
Quizá
quería que apreciase bien
cada color que se tona hostil
o amigo,
a veces…
La
sangre. El sudor. La culpa. El llanto. La dicha. El olvido. La vorágine;
el
tono más agrio…
Aprendí
a defenderme;
a clavar los colmillos
en la lucha
por los sueños
que injustamente
se convierten en cuesta.
Una
vez
escuché en ninguna parte
que
no es la victoria
en el sentimiento más adverso;
es la vuelta
y sus secuelas.
Entonces
vi a esa hiena,
a ella,
postrarse derretida ante un cuadro
lleno de colores,
y mientras lo abrazaba conmovida
me dijo:
el
color de la vida
está en tus manos.
porque quise,
por poner a prueba mi osadía,
por llevar la contraria,
por sobrevivir y
ociosa,
demostrarlo.
me lanzó ella
para enseñarme
la fiereza de la vida,
los miles de oportunidades
que existen
pero no se ven,
que tenemos
pero no sentimos;
quizá me catapultó
a la manada brava
para que supiera defenderme
de las fieras desnutridas
que tratarían de devorarme
aun clavando mis ojos de clemencia
en ellas.
quería que apreciase bien
cada color que se tona hostil
o amigo,
a veces…
a clavar los colmillos
en la lucha
por los sueños
que injustamente
se convierten en cuesta.
escuché en ninguna parte
en el sentimiento más adverso;
es la vuelta
y sus secuelas.
a ella,
postrarse derretida ante un cuadro
lleno de colores,
y mientras lo abrazaba conmovida
me dijo:
está en tus manos.
miércoles, 2 de marzo de 2022
Donde el vuelo descanse
No
es quien te lleva
sino quien te trae.
No
es quien te enseña
ni quien te ayuda;
ni quien te perdona
ni quien cura tus heridas.
No
es quien te levanta
de tus tropiezos
ni quien llora contigo
en la pena.
Donde
te aman honestamente
y te cuidan con devoción,
tampoco es.
Ni
donde te perdonan
lo irremediable
o cubren tus errores.
Cuando
contemplan tu belleza
y se declaran fieles ante ti
ante tus causas perdidas
y tus futuros
y condicionales.
No.
Donde
te proclaman
dueño de libertades
y a la vez
ser humano
de carne y alma.
Tampoco
ahí.
Es
quien sostiene tus alas
cuando tu cansancio
decide aflojar el vuelo
para que el sueño te sane
mientras alguien cuida de ellas.
Donde
preparan tu plumaje
para el siguiente vuelo,
que siempre se alza
más fuerte.
Ahí
es.
sino quien te trae.
ni quien te ayuda;
ni quien te perdona
ni quien cura tus heridas.
de tus tropiezos
ni quien llora contigo
en la pena.
y te cuidan con devoción,
tampoco es.
lo irremediable
o cubren tus errores.
y se declaran fieles ante ti
ante tus causas perdidas
y tus futuros
y condicionales.
dueño de libertades
y a la vez
ser humano
de carne y alma.
cuando tu cansancio
decide aflojar el vuelo
para que el sueño te sane
mientras alguien cuida de ellas.
para el siguiente vuelo,
que siempre se alza
más fuerte.
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