domingo, 26 de marzo de 2017

una vez...

Perdona mi suspicacia; una vez liberé todos mis secretos más allá de mí y lo rompieron todo. 

Perdona si soy cortante como un filo, pero una vez fui yo el corte y otro el cuchillo. Sujetaron el mango y apretaron con toda la fuerza posible, como si mi pecho fuese de acero y dentro no hubiera nada.

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