miércoles, 30 de mayo de 2018

aliquis letalis


Lo cierto es
que tenías razón.
Igual que al meter la mano
y arrancarme el corazón
                         [todo eso dejó de ser sano.
También es cierto
que sin tapujos
dudaste de mi lealtad,
y me cambiaste por lujos.
Pero presta atención,
porque me conoces, y ya sabes
lo difícil que es soplar
y hacerme desvanecer.

Si aun así lo consigues,
te felicito:
has hecho más fuerte
a alguien
que ya era letal.

domingo, 6 de mayo de 2018

sobre tus condiciones de huida


Si te vas
hazlo cuando deje de bailar descalza,
de correr a ciegas en tacones
de abrazarte a bocajarro
de pintar tu alma en las paredes;
de colorines.

Cuando deje
de huir de las moscas que se cuelan en casa,
-en busca de tu refugio-
de calentarte las manos en invierno
y más aún las noches de todas las estaciones.

Cuando ya no te mire con mis ojos de te quiero
ni te bese los malos días con buena cara
ni los domingos con más ganas de vivir que de dormir.

Cuando mis cuadros sean en blanco y en negro,
cuando 
y cuando tus poemas dejen de emocionarme – con lo poco que soy yo de llorar-,
amor.

Hazlo por todo eso,
y lo que se te ocurra.

Pero nunca,
nunca te vayas por estar en desacuerdo con mi pasado,
por no aprobarlo.
Si lo haces
vete tan lejos que me asegures no volver,
jamás;
los llantos tienen los días contados y,
al mío, amor
al mío ya no le quedan telediarios.