viernes, 25 de diciembre de 2015

PAPÁ

Hoy te has quejado más que nunca. 
El dolor llovía de tus ojos con rabia, y tus sueños sólo eran recuerdos tapados por una enorme pesadilla. 

Has fumado más que siempre. 

Tus manos luchaban contra la herida abierta de tu corazón, y tus latidos ya sólo bombeaban sangre. 

Y gritado más que nadie.

La impotencia brotaba de tu boca, mientras tus párpados caían. 

Hoy, me has demostrado más que nunca. He visto la mejor parte de tu peor lado, y lo he entendido todo, papá. 



Hoy, te quiero más que nunca